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Encontrados 37 parágrafos que contienen el término "separados"

[§ 0023] • SAN LEÓN I EL MAGNO, 440-461 • ADULTERIO Y PROMESA DE MATRIMONIO

[De los Cánones del Concilio de Angers (Francia), 4 octubre 453]

0453 10 04 0006

Can. 6.–Sean separados de la comunión también los que, con el pretexto de matrimonio, se unen a otras mujeres, viviendo aún sus maridos.

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    0453 10 04 0006

    Can. 6.–Hi quoque qui alienis uxoribus, superstitibus ipsarum maritis, nomine coniugii abutuntur, a communione habeantur extranei.
    [CpChL 148, 138]

[§ 0031] • SAN SIMACO, 498-514 • SEPARACIÓN CONYUGAL. MATRIMONIOS INCESTUOSOS

[De los Cánones del Concilio de Agde (Francia), 10 septiembre 506]

0506 09 10 0016

Can. 16.–El obispo, pues, no dé de modo alguno la bendición del diaconado a los menores de veinticinco años: en efecto, si los jóvenes casados consintieren en ordenarse, es necesaria también la voluntad de sus mujeres; para que separados de habitación, y habiendo prometido entrar en religión, sean ordenados después que ambos se hubieren convertido [1].

[1]. En algunas ediciones de concilios hay una pequeña diferencia entre la lectura de la nuestra y la suya, pues que, hablando de los casados que se elevaban al sacerdocio dice, que no pueden hacerlo, a no ser que haya precedido la conversión praemissa conversio; y en otras dice: promissa conversio: lo que quiere decir, que era necesario que teniendo mujer, ésta hubiera prometido también guardar castidad, pues que las palabras conversio, conversa y convertere tienen en los cánones tal significación, como puede verse en el XXII del concilio de Orange.

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    0506 09 10 0016

    Can. 16.–Episcopus uero benedictionem diaconatus minoribus a uiginti et quinque annorum penitus non committat. Sane si coniugati iuuenes consenserint ordinari, etiam uxorum uoluntas ita requierenda est, ut sequestrato mansionis cubiculo, religione praemissa, posteaquam pariter conuersi fuerint, ordinentur [1].

    [1]. En algunas ediciones de concilios hay una pequeña diferencia entre la lectura de la nuestra y la suya, pues que, hablando de los casados que se elevaban al sacerdocio dice, que no pueden hacerlo, a no ser que haya precedido la conversión praemissa conversio; y en otras dice: promissa conversio: lo que quiere decir, que era necesario que teniendo mujer, ésta hubiera prometido también guardar castidad, pues que las palabras conversio, conversa y convertere tienen en los cánones tal significación, como puede verse en el XXII del concilio de Orange.

[§ 0056] • SAN SERGIO I, 687-701 • SODOMÍA

[De los Cánones del Concilio XVI de Toledo (España), año 693]

0693 0? 0? 0003

Can. 3.–Así como la limpieza de corazón y de cuerpo hace que los hombres se aproximen a Dios, por el contrario, la práctica de las torpezas incestuosas los aparta de Él y así como el horrendo y detestable crimen en los tiempos pasados entregó a los pueblos sodomíticos para ser abrasados por el fuego que venía del cielo, del mismo modo el fuego de la eterna condenación consumirá a los hombres que se entreguen a semejantes inmundicias, pues el Señor dice por medio del profeta: “La vestidura mezclada con sangre, será abrasada y alimento del fuego” [1] Ahora bien, porque esta funesta práctica y del vicio del pecado sodomítico parece haber inficionado a muchos, nosotros, para extirpar la costumbre de esta práctica vergonzosa, abrasados por el celo del Señor, todos de común acuerdo, sancionamos que todos los que aparecieren ejecutores de una acción tan criminal, y todos aquellos que se hallaren mezclados en estas torpezas y, obrando contra naturaleza, hombres con hombres cometieren esta torpeza, si alguno de ellos fuere obispo, presbítero o diácono, desposeído del grado del propio honor será condenado a destierro perpetuo; pero si otras personas de cualquier orden o grado, se les hallare complicadas en crímenes tan afrentosos, sufrirán, no obstante, el rigor de aquella ley que se promulgó en contra de los tales y separados de la asamblea de los cristianos
[CV, 500]

[1]. [Is 9, 5]

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    0693 0? 0? 0003

    Can. III.–Sicut cordis corporisque munditia homines Deo proximos facit, ita incestivae pollutionis actio a Deo alienos statuit, et sicut Sodomiticos populos horrenda nimiumque detestanda patratio igne caelitus confluenti exurendos in praeteritis tradidit, ita talibus inmunditiis homines deditos aeternae damnationis rogus consummet, loquente Domino per prophetam: “Vestimentum mixtum sanguine erit in combustione et cibus ignis” [1]. At nunc quoniam haec funesta actio et sodomiticae operationis malum multos sauciasse perpenditur, adeo nos ob huius foedissimae causae extirpandam consuetudinem zelo Domini ardentes omnes in conmune sanccimus, ut quique huius nefariae actionis patratores extiterint quique in his turpitudinibus sese implicari permiserint et contra naturam masculi in masculos / / hanc turpi tudinem operaverint, si quidem si episcopus, presbyter aut diaconus fuerit, de proprii honoris gradu deiectus perpetui exili manebit damnatione perculsus; sin vero cuiuslibet ordinis, gradus sive personae et alterius colluvionis noxiis reperti fuerint inplicati, illius legis quae de talibus est edita nihilhominus ferientur sententia atque ab omni christianorum sint alieni caterva, [...].
    [CV, 500]

    [1]. [Is 9, 5]

[§ 0063] • SAN LEÓN III, 795-816 • MATRIMONIOS CLANDESTINOS. ADULTERIO E INDISOLUBILIDAD

[De los Capítulos del Concilio de Friaul (Francia), hacia el año 796]

0796 0? 0? 0008

Cap. 8.–Acerca de los que intentan unirse en matrimonio con parientes consanguíneos, dado que hay un canon (6) antiguo, elaborado por los padres antiguos, con una gravísima y muy dura pena a manera de penitencia contra ellos, a fin de prevenir el peligro de un crimen tan grande, y proceder mejor y más oportunamente, nos ha parecido conveniente determinar –al menos– que a nadie le es lícito contraer nupcias en oculto y a escondidas, no vaya a ser que por error o, lo que es peor, movidos por un amor diabólico, se celebren matrimonios ilícitos. Por el contrario, han de mediar los pactos y esponsales y ha de pasar un cierto espacio de tiempo, a fin de que se pueda indagar con gran cuidado entre los vecinos y mayores del lugar que puedan tener conocimiento de la línea de generación de uno y otro, es decir, del esposo y de la esposa, de modo que nunca se proceda sin que tenga noticia el sacerdote al que pertenecen y se evite así cualquier problema de separación. Pero si actuando de esa manera y sin engaño de los testigos, después sucediera que, o porque ellos recuerdan algo que anteriormente aseguraron desconocer o porque otros testigos dignos de crédito así lo afirman, se descubre que tienen ese grado de consanguinidad en que suele darse la separación, se realice ésta y hagan penitencia y, en la medida de lo posible, continúen sin casarse de nuevo. Pero si por incontinencia o, lo que es mejor, por amor a los hijos no pueden permanecer sin casarse, pasen a contraer segundas nupcias [7]. Esto lo decimos, concediéndolo no mandándolo. Lo mejor sería que permanecieran así, siguiendo nuestro consejo. Los hijos que se hubieren procreado de un matrimonio de esa índole, sean tenidos por legítimos y capaces de heredar al difunto.
A cuantos no se atengan a lo que, en forma compendiada, se ha escrito anteriormente por el bien de las almas y en atención a la fragilidad de la vida, y se atrevan a contraer nupcias clandestinas y prohibidas con grados de consanguinidad, se los separe y permanezcan haciendo penitencia durante toda su vida, sin que él o ella pasen a otras segundas nupcias, se los considere separados de la gracia de la comunión y a los hijos que hubieren nacido de esa unión incestuosa se los tenga por deshonrados y sin capacidad de heredar bien alguno de sus padres.

6. Cf. Canones apostolorum C. 19. Concilium Agathense 506 C. 61 (Mansi I, 52. VIII, 335).

[7]. 1 Cor. 7, 8-9.

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    0796 0? 0? 0008

    Cap. VIII.–De his autem, qui propinqui sanguinis affinitatem, sibi in matrimonium sociare temptaverint, quia valde gravis nimisque asperrima in prisco canone (6) ab antiquis patribus de hoc negotio iudicialis sententiae elimata sub paenitentiae flagello persistit vindicta, idcirco tanti praecaventes flagitii periculum, ut melius cautiusque prospeximus, dignum duximus diffinire, ita dumtaxat, ut nemini liceat furtim raptimque nuptias contrahere, ne forte per erroris ignaviam vel certe, quod peius est, diabolico instigati amore inlicita conubia celebrentur, sed interventis pactis sponsalibus, per aliquam dilationis moram, requisiti quin etiam diligenti cura vicini vel maiores natu loci illius, qui possint scire lineam generationum utrorumque, sponsi scilicet vel sponsae, in eo etiam, ut sine notitia sacerdotis plebis illius nullatenus fiat, quatenus nulla deinceps separationis tribulatio intercedat. Si vero hoc ordine cuncta peragantur ac probatum sine fraude testium fuerit et causa contigerit, quod postea aut ipsi recordati fuerint, qui primum se nescire professi sunt, aut certe per aliorum veratium hominum testimonium inventi fuerint in eo gradu consanguinitatis, quo segregari solent, segregentur quidem ab invicem et agant paenitentiam et, si fieri potest, perseverent utrique innupti. Quodsi propter incontinentiam vel certe, quod est honestius, amore filiorum in id permanere nequeunt, transeant quidem ad secundas nuptias [7]. Hoc autem dicimus secundum indulgentiam, non secundum imperium. Beatiores tamen erunt, si sic permanserint secundum nostrum consilium. Filú vero, qui ex tali matrimonio procreati fuerint, legitimi habeantur ad hereditatem defuncti capiendam. Qui autem non observaverint omnia haec, quae pro salute anime et fragilitate vitae supra conpendiose scripta leguntur, et furtivas vel interdictas nuptias contrahere praesumpserint et proximi cognationis fuerint inventi, separentur quoque et ipsi et cunctis diebus vitae suae sub paenitentiae lamento permaneant atque ad secundas nuptias numquam ille vel illa perveniant, alieni a communionis gratia iudicentur filiique, qui de hoc tam incesto coniugio nati fuerint, improbi habeantur nullamque rerum adipisci valeant parentum facultatem.

    6. Cf. Canones apostolorum C. 19. Concilium Agathense 506 C. 61 (Mansi I, 52. VIII, 335).

    [7]. 1 Cor. 7, 8-9.

[§ 0136] • GREGORIO XIII, 1572-1585 • PRIVILEGIO PAULINO

[De la Constitución Populis ac nationibus, 25 enero 1585]

1585 01 25 0001

[1.–] Con los pueblos y naciones convertidos recientemente de la infidelidad a la fe católica conviene ser indulgentes en lo tocante a la libertad de contraer matrimonio, no vaya a ser que los hombres, nada acostumbrados a guardar continencia, persistan por esto en la fe de mal grado y, con su ejemplo, alejen a otros de su conversión. Porque sucede con frecuencia que muchos infieles de Angola, Etiopía, Brasil y otras regiones de las Indias, de ambos sexos, pero sobre todo varones, después de haber contraído matrimonio según los ritos gentiles, son capturados por sus enemigos, y desterrados a regiones muy distantes de los confines patrios y de sus propios cónyuges; de tal manera que, éstos y lo mismo los cautivos que permanecen en su patria, si se convierten posteriormente a la fe, y separados por tan gran distancia, no pueden interpelar –como conviene– a los cónyuges infieles, sobre si quieren cohabitar con ellos sin ofensa del Creador, o porque a veces no existe posibilidad de acceso a mensajero alguno hasta esas provincias bárbaras y enemigas, o porque ignoran totalmente a qué regiones han sido trasladados, o porque la distancia supone una gran dificultad. Por esta razón Nos, atendiendo a que estos matrimonios contraídos entre infieles son ciertamente verdaderos, pero no hasta tal punto firmes que, aconsejándolo la necesidad, no puedan ser disueltos, y compadeciéndonos con piedad paterna de la debilidad de tales gentes, con la autoridad Apostólica y a tenor de la presente, concedemos a todos y cada uno de los Ordinarios y párrocos de los citados lugares, y a los presbíteros de la Compañía de Jesús aprobados por sus superiores para oír confesiones, y por el tiempo en que son enviados o admitidos en las mencionadas regiones, plena facultad de dispensar a cualesquiera fieles que, habitando en las citadas regiones, y convertidos más tarde a la fe, contrajeron matrimonio antes de recibir el bautismo, para que cualquiera de ellos, viviendo el cónyuge infiel y sin requerir su consentimiento o sin esperarse respuesta, pueda contraer matrimonio con cualquier fiel, incluso de otro rito, y solemnizarlo ante la Iglesia, y permanecer lícitamente en él mientras vivan, consumándolo después por medio de la cópula carnal: con tal de que conste, aunque sea sumaria y extrajudicialmente, que –como se ha dicho– el cónyuge ausente no puede ser legítimamente interpelado, o que, habiendo sido interpelado, no manifestó su voluntad dentro del plazo fijado en la misma interpelación. Decretamos pues, que estos matrimonios nunca deben rescindirse, sino que serán válidos y firmes, y, por esto, legítima la prole que de ellos se tenga, aunque después se averigüe que los primeros cónyuges infieles no pudieron declarar su voluntad por un impedimento justo y que además se habían convertido a la fe para el tiempo en que se celebró el segundo matrimonio.

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    1585 01 25 0001

    [1.–] Populis ac nationibus nuper ex gentilitatis errore ad fidem catholicam conversis expedit indulgere circa libertatem contrahendi matrimonia, ne homines, continentiae servandae minime assueti, propterca minus libenter in fide persistant, et alios illorum exemplo ab eius perceptione deterreant. Quoniam igitur saepe contingit multos utriusque sed praecipue virilis sexus infideles, post contracta gentili ritu matrimonia, ex Angola, Aethiopia, Brasilia, et aliis Indicis regionibus, ab hostibus captos, a patriis finibus et propriis coniugibus in remotissimas regiones exterminari, adeo ut tam ipsi, captivique qui in patria remanent, si postea ad fidem convertantur, coniuges infideles tam longo locorum intervallo disiunctos, an sine contumelia Creatoris secum cohabitare velint, ut par est, monere nequeant, vel quia interdum ad hostiles et barbaras provincias ne nuntiis quidem accessus pateat, vel quia ignorent prorsus in quas regiones fuerint transvecti, vel quia itineris longitudo magnam afferat difficultatem: idcirco Nos, attendentes huiusmodi connubia inter infideles contracta, vera quidem, non tamen adeo rata censeri, ut necessitate suadente dissolvi non possint, talium gentium infirmitatem paterna pietate miserati, universis et singulis dictorum locorum Ordinariis et parochis, et presbyteris Societatis Iesu ad confessiones audiendas ab eiusdem Societatis Superioribus approbatis et ad dictas regiones pro tempore missis vel in illis admissis, plenam auctoritate Apostolica, tenore prae sentium, concedimus facultatem dispensandi cum quibuscumque utriusque sexus Christifidelibus incolis dictarum regionum et serius ad fidem conversis qui ante baptisma susceptum matrimonium contraxerunt, ut eorum quilibet, superstite coniuge infideli, et eius consensu minime requisito, aut responso non expectato, matrimonia cum quovis fideli alterius etiam ritus contrahere et in facie Ecclesiae solemnizare, et in eis postea carnali copula consummatis quoad vixerint remanere licite valeant: dummodo constet etiam summarie et extraiudicialiter, coniugem, ut praefertur, absentem moneri legitime non posse, aut monitum intra tempus in eadem monitione praefixum suam volumtatem non significasse; quae quidem matrimonia, etiamsi postea innotuerit coniuges priores infideles suam voluntatem iuste impeditos declarare non potuisse, et ad fidem etiam tempore transacti secundi matrimonii conversos fuisse, nihilominus rescindi nunquam debere, sed valida et firma, prolemque inde suscipiendam legitimam fore decernimus.
    [CICD 8, 714]

© Javier Escrivá-Ivars y Augusto Sarmiento. Universidad de Navarra