[2178] • BENEDICTO XVI (2005- • PAPEL INSUSTITUIBLE DE LA FAMILIA EN LA CONTRIBUCIÓN AL BIEN DE LA SOCIEDAD
Del Discurso I am pleased al nuevo Embajador de Singapur ante la Santa Sede, en la presentación de las Cartas Credenciales, 13 diciembre 2007
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Aunque los católicos sólo representan un pequeño porcentaje de la población de Singapur, se sienten dichosos y deseosos de tomar parte en la vida nacional, asà como de contribuir al bien común. Y una manera especialmente importante de hacerlo es dando testimonio del matrimonio y de la vida familiar. En tanto que comunidad natural en la que se experimenta la naturaleza social del hombre, la familia aporta una contribución única e irremplazable al bienestar de la sociedad. En efecto, una situación saludable del matrimonio y de la vida familiar es la mejor garantÃa contra los efectos nocivos del individualismo o del colectivismo, ya que âen el seno de la familia, la persona es siempre el centro de atención como fin, nunca como medioâ (Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia, n. 213). Por eso, confio que su Gobierno querrá continuar protegiendo el papel fundamental que desempeña la institución del matrimono y la familia.
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Al proteger los derechos humanos, la Iglesia se implica muy especialmente en la defensa de los derechos universales a la vida y a la libertad religiosa (cf. Mensaje para el DÃa Internacional de la Paz 2007, 4). El derecho a la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, es el primero de todos los derechos, y la condición para los otros.
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While Catholics constitute only a small percentage of the population of Singapore, they are happy and willing to play their full part in national life and to contribute to the common good. One particularly important way in which they do so is through the witness of marriage and family life. As the natural community in which human social nature is experienced, the family makes a unique and irreplaceable contribution to the good of society. Indeed, a healthy state of married and family life is the best guarantee against the damaging effects of individualism or collectivism, because âwithin the family the person is always at the centre of attention as an end and never as a meansâ (Compendium of the Social Doctrine of the Church, 213). For this reason, I am confident that your Government will wish to continue safeguarding the vital part played in society by the institution of marriage and by the family.
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In championing human rights, the Church is especially concerned to defend the universal rights to life and to religious freedom (cf. Message for the 2007 World Day of Peace, 4). The right to life, from conception to natural death, is the first among rights, and the condition for all others.