[1291] • JUAN PABLO II (1978-2005) • LA EVANGELIZACIÓN DE LA ESCUELA Y LA FAMILIA
Del Discurso El Señor, a los Obispos de Barcelona y las provincias eclesiásticas de Tarragona y Valencia, en la visita ad limina, 7 noviembre 1986
1986 11 07 0005
5. Mas no hay que olvidar que la misión evangelizadora no se realiza sólo con dinamizar las energías del pasado ni sólo con unir todos los esfuerzos. Hay que proponerse metas y marcarse objetivos prioritarios. Hay que dar respuestas de hoy a las demandas y exigencias del hombre de nuestro tiempo. Hay que canalizar y distribuir adecuadamente el caudal de tradición y de presente con que cuenta nuestra vida cristiana.
Dejadme que como Pastor os exhorte, pues, a un esfuerzo apostólico bien madurado, coherente, exigente y sostenido, conscientes de que una misión pastoral de estas proporciones exige disciplina y cooperación, docilidad al Espíritu y gran confianza en Dios Nuestro Padre, que no cesa de asistir a su Iglesia, primer testigo del Señor Resucitado.
En verdad, el presente de vuestro país y de vuestras diócesis requiere, entre otras cosas, que la acción evangelizadora se oriente en modo particular hacia ciertos sectores de la vida civil y cristiana que requieren una particular atención pastoral. Quiero hacer especial referencia a la familia y a la escuela, ya que ambas constituyen las verdaderas raíces de la educación y, por consiguiente, la fuente más honda de la identidad de las personas. La familia es hoy un baluarte acosado por fuerzas e ideologías diversas (4). Frente a esa ofensiva hay que presentar con autenticidad y gallardía el ideal de la familia cristiana, basado en la unidad y en la fidelidad del matrimonio, abierto a la fecundidad y organizado sobre el respeto a una diversidad de funciones y de papeles que se armonizan en la convivencia dominada por el amor. ¿Cómo no ponderar con vosotros y ante vosotros la defensa de la vida que tiene en la familia su primer y principal santuario? Conozco vuestros reiterados pronunciamientos sobre la ilicitud del aborto y os exhorto, con todos los fieles que tenéis encomendados, a no desistir en la defensa de la vida frente a todas las fuerzas que pretenden sembrar desolación y muerte.
[AAS 79 (1987), 890]
4. Cfr. Familiaris consortio, n. 3 [1981 11 22/3].